Noticia
RFSP terminarán 2016 en 3% del PIB
Le adelanté hace poco más de dos meses
que para este año, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray (esperemos que se recupere pronto de
su operación de tabique desviado y de la sinusitis que le aquejaba), iba a
meter el freno de mano a la marcha ascendente de la deuda pública.
De hecho, la noticia más relevante de ayer no fue el ajuste de la
expectativa económica oficial del gobierno (baja dos décimas al ubicarse en
2.0-2.6% y los privados están entre 1.3 y 2.0%), sino en el efecto que ha
tenido el uso del remanente del Banco de México y el menor gasto público en la
emisión de deuda.
Así, ayer el subsecretario Fernando Aportela confirmó
que para finales del año, se adelanta el objetivo de 2017 y los requerimientos
financieros del sector público (RFSP) cerrarán en 3.0% del PIB y no 3.5% como
se había previsto. Si suma los del año pasado, la contención de las necesidades
alcanza 1.1% del PIB con respecto al cierre propuesto en 2015, en un
contexto en el que además la economía no crece a un ritmo mayor y se
experimenta la mayor despetrolización de las finanzas públicas.
¿Qué esperaría para el presupuesto de 2017? Un ligero superávit primario
será la propuesta, ligero (0.2 o 0.3%) del PIB, derivado fundamentalmente de
recorte al gasto corriente pues el promedio de ajuste a las unidades de gasto
fue cercano a nueve por ciento.
Lo
que sí estamos viendo es mucho trabajo de micro administración de la deuda. Por
ejemplo, la reapertura de bonos ha permitido repagos de vencimientos en el
corto plazo, pero no aumento de deuda que aprovechan todavía las bajas tasas de
interés globales y nacionales.
En el caso del bono cupón cero de Pemex por 47
mil millones de pesos, que se acaba de cambiar por Bondes D, le permite cubrir
sus compromisos de pensiones a la empresa que dirige José Antonio González Anaya,
pero no aumenta ni liquidez ni deuda porque se sustituyen pasivos y, los bancos
de desarrollo tomaron el papel de largo plazo de tasa revisable en sus
tesorerías para calcar su balance, de manera que el mercado de estos papeles,
en la reciente subasta, no tuvo excesos como lo demostró la demanda, que fue
cuatro veces superior al papel ofertado en el mercado. O sea, ¡pura
esterilización y contracción presupuestal