
Se colapsa el petróleo ¿y a cuánto venderán la gasolina?
Ayer el precio del petróleo
estadounidense perforó el suelo y cerró en menos 37 dólares por barril. Es el
West Texas Intermediate, que sirve de referencia a la Mezcla Mexicana de
Exportación, que cerró el día en menos 2.37 dólares. Empecemos por una analogía: lo
ocurrido ayer equivale a una situación irreal en la que alguien va a la
gasolinera a comprar combustible para llenar el tanque y el señor de la bomba
en lugar de cobrarle, le paga, digamos, unos 200 pesos a este cliente sólo por
llevarse el hidrocarburo. Mala noticia, obviamente eso
probablemente nunca ocurrirá. Lo que ayer se depreció fue el
precio de las compras a futuro de petróleo crudo estadounidense para entregas
en mayo. En los mercados al mayoreo de
Estados Unidos, las refinerías establecen cuánto petróleo necesitarán en los
meses por venir y hacen compromisos de compras para un determinado día. Siempre hay gente en medio
tratando de hacer negocio con esas transacciones, aunque no tengan una
petrolera o una refinería y eso da liquidez al mercado, lo llena de dinero
vaya, y cada quien asume el riesgo de que los consumidores terminen consumiendo
menos. A decir de lo visto ayer,
especuladores y las empresas refinadoras perciben que en las semanas que vienen
muy poca gente comprará gasolina, turbosina o diésel… ¿entonces para qué
quieren tanto petróleo en mayo? ¿Consecuencia? Ese rumor
corrió y muchos volaron a vender los contratos que tenían para entregas de
crudo para el mes que viene, al precio que les dieran. Tantos coincidieron en
esa intención de venta, que llegaron al punto de no cobrar y por el contrario,
comprometer pagos a cambio de que alguien se lleve su paquete. ¿Las petroleras entonces ahora
van a pagar por consumir su producto? No. Seguramente sus directivos esperan
que en los próximos días el precio se reponga.
También calculan que cuando
hagan su balance trimestral de compras y ventas de contratos a futuro, el saldo
neto será positivo. Incluso, aún con un día tan
malo como el de ayer, los contratos de compras de petróleo WTI para entregas en
el otoño giran en terreno positivo. Va otro dato: las empresas que producen ese
crudo acumulan ya una apreciación de 32 por ciento desde el 23 de marzo, de
acuerdo con Standard & Poor’s, que tiene un índice con el que sigue su
comportamiento. ¿Y el derrumbe de ayer y toda
esta circunstancia a cuánto deben dejar el precio del petróleo? Recuerden que los precios de
gasolinas Magna y Premium en la bomba han bajado este año debido precisamente
al desplome en el precio del crudo. La Magna bajó de 19.52 a 17.89
pesos por litro entre enero y marzo, dice la CRE, una baja del 8 por ciento. En
el mismo lapso, en la costa del Golfo de México, pero en Estados Unidos, cayó
12 por ciento, informó la EIA de ese país.
Este mes, en esa zona de Texas
y estados aledaños de donde también procede el WTI, la gasolina ya es 30 por
ciento más barata que al inicio del año y se vende en el equivalente a 9.72
pesos por litro, con todo y el actual tipo de cambio de 24 pesos. Si continúan su tendencia los
mercados de ambos países, aproximarse a un precio debajo de 16 pesos en la
bomba para este mes resulta razonable, aunque no seguro. Consideren que el
gobierno en este momento difícilmente dará subsidios y seguirá cobrando cada
impuesto que le sea posible por la vía de este producto, amén de que los
gasolineros enfrentan una baja tremenda en sus ventas y querrán algo de
ganancias en sus pocas transacciones.
Pero al final, para un litro
de gasolina son necesarios entre dos y tres litros de petróleo y ése sí está en
barata debido a que hay mucho, sobra. La producción mundial es de
100 millones de barriles, de los cuales hoy posiblemente el mundo consume 70
millones debido al Covid-19 que tiene a todos encerrados. Por eso no sirvió
mucho que la OPEP y sus amigos prometieran bajar a 90 millones la oferta
mundial en mayo. Eso es el fondo del asunto y por eso el crudo está en precios
antes inimaginables.
JONATHAN RUIZ TORRE