
La evolución de la gasolina y su transición hacia el futuro.
La gasolina que se comercializa en México es una mezcla de
hidrocarburos inflamables que se obtiene por la destilación fraccionada del
petróleo crudo.
Se espera que sus propiedades de volatilidad, inflamabilidad e
índice de octano proporcionen un fácil arranque en frío y una máxima potencia
durante la aceleración de los vehículos.
En este sentido, Andrés Gutiérrez Torres, CEO
de CIEFSA, declaró que “la calidad de las gasolinas, el
medio ambiente y la salud de las personas dependerá de las políticas públicas
que regulen en el país este combustible”.
Por tal motivo, CIEFSA, laboratorio de control de calidad,
explicó la evolución de los combustibles a lo largo del tiempo para entender el
presente.
UN POCO DE HISTORIA
Desde la expropiación petrolera hasta el momento actual,
México ha venido modificando la composición de los combustibles, por un lado,
con fines ecológicos y por el otro con objetivos prácticos, buscando el mejor
funcionamiento y rendimiento de los automóviles.Los primeros carburantes para motores que se crearon
funcionaban a nafta destilada del petróleo, lo que en 1940 se llamaría
Mexolina, con 70 octanos.
Posteriormente, en los años cincuenta, con la llegada de las
empresas americanas y alemanas se crea un hidrocarburo de mayor octanaje,
lanzando así al mercado la Supermexolina, de 80 octanos.
Luego de seis años
salió a la venta, en 1956, Gasolmex de 90 octanos. Ya en los años sesenta, se introduce la Pemex 100 de 100
octanos y en los setenta, con el fin de poder homologar la producción y la
demanda, se toma la decisión de descontinuar estas cuatro gasolinas y
comercializar únicamente dos: Nova, de 85 octanos y Extra, de 94 octanos.
“En los años ochenta se toma conciencia, de manera más
escrupulosa, sobre el daño causado al medio ambiente. Por ello, Pemex reduce en
sus gasolinas el Tetraetilo de plomo, todo esto después de conocer los
problemas provocados en el agujero de la capa de ozono”, explicaron desde
CIEFSA.
Al disminuir el uso de plomo en las gasolinas, se tuvo que
encontrar un sustituto para mantener los niveles de octanaje; para ello se
utilizó un químico llamado Metiltrebutil-eter (MTBE), el cúal según CIEFSA fue
revolucionario en su tiempo.
En la actualidad, este producto, se conoce más a fondo, y se
sabe que contamina los mantos acuíferos. Por esta razón, el manejo de
compuestos como el Etanol podría ser la solución, a corto y mediano plazo, para
reducir la contaminación del aire y del agua.
Al día de hoy, se encuentran disponibles para su venta, la
Pemex Premium a 91 octanos, carburantes a biocombustibles que usan hasta 10% de
Bioetanol, gasolina de hasta 93 octanos y de 91 octanos, pero que ya no usan
MTBE, sino que obtienen su octanaje a través de un proceso más puro de
refinación.
En base a esto, el futuro en América Latina luce distinto al
de países más desarrollados; mientras que en otras regiones la electrificación
va avanzando poco a poco. Aunque en México hay un alto rezago en producción de
electricidad limpia y de transmisión eléctrica.
Por eso, lo que se visualiza es que los autos eléctricos no
avanzarán a la misma velocidad que en países más evolucionados, lo que traerá
la necesidad de seguir dependiendo de la gasolina, por al menos 40 años más.
Para esto, desde CIEFSA sostienen, que se deberán tomar medidas similares a las
siguientes:
- Ampliar la comercialización de vehículos a motor de combustión interna más eficientes.
- Empezar a probar el uso de biocombustibles mezclados con gasolinas.
- El uso de autos híbridos.